Instituto público y Un banquero codicioso se gestaron en el IES Parla II, en la actualidad Manuel Elkin Patarroyo, junto a una serie de compañeros y amigos del Departamento de Lengua castellana y Literatura pensando en las inquietudes de nuestros adolescentes que caminan por el mundo intentando aprender a vivir junto a sus semejantes. Ambas piezas van dirigidas a alumnos de secundaria para su lectura en el aula. La segunda también se ha diseñado para lo que fue creada, su posible representación como teatro de sombras. Instituto público plantea la imposibilidad de compartir emociones con violencia. Joaquín es un adolescente que quiere a Sheila, su compañera de clase; pero ella lo desprecia continuamente. Jorge y María José, amigos de ambos respectivamente, sí congenian y provocan el encuentro de los cuatro en casa de María José. La relación de Joaquín y Sheila, sin embargo, se complica cada vez más; tanto en el instituto como fuera de él. La novedad que introduce Carlos Tejero en Instituto público consiste, a diferencia de muchas otras obras literarias destinadas a un público adolescente, en situar en escena a unos personajes de doce o trece años que viven, sienten, aprehenden el mundo como personajes de doce o trece años. Es decir, se aleja conscientemente del recurso fácil del adulto que habla por el niño, ya que el adulto-autor se diluye en la coherencia de la trama ficcional creada. De esta forma, los jóvenes personajes no actúan a través de la conciencia adulta, no recrean un mundo juvenil a base de preocupaciones propias del mundo adulto, sino que la adolescencia aparece descarnada, con verdad y honestidad teatrales.
La otra pieza, Un banquero codicioso, es una farsa para teatro de sombras. En ella, Timoteo confía sus ahorros a un banquero de su ciudad; pero, cuando quiere recuperarlo, el banquero ni siquiera lo reconoce. Otros ciudadanos también pierden sus ahorros e incluso la intervención de una distinguida señora no impide su avaricia. Será necesaria la acción de otros personajes con poderes especiales para cambiar la actitud del codicioso.
CARLOS TEJERO (Madrid, 1958)
Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y Diplomado en Magisterio (Ciencias Humanas) por la Escuela María Díaz Jiménez y en Francés por la Escuela Oficial de Idiomas de Parla. En la actualidad ejerce como profesor de Lengua castellana y Literatura y de Taller de Teatro en el IES Calderón de la Barca de Pinto y ha realizado varios trabajos de investigación literaria para la Sociedad Española de Estudios Literarios de Cultura Popular (SELICUP) recopilando materiales de literatura oral de la Axarquía malagueña junto a Isabel Gutiérrez. A partir de la iniciativa de su amigo Jesús Urceloy publicó en Ediciones Amargord el libro de poemas El disfraz de los paisajes (2012), más tarde apareció en Cuadernos del Laberinto Anónimos (2016) y también participó junto a otros poetas en Me gusta la Navidad. Antología de poesía navideña contemporánea (Cuadernos del Laberinto, 2016). Instituto público y Un banquero codicioso es su primera publicación en Ediciones Irreverentes.
Prólogos de: Óscar Sánchez, Verónica Peña, Aníbal Cañas y Silvia Herranz.
Publicado por Ediciones Irreverntes
ISBN: 978-84-16107-90-2
126 páginas
Colección de Teatro nº 78