Esta vez los detectives de la Agencia Privada,  protagonistas de la novela de Germán Díez Barrio A fuego lento, fueron requeridos por el alcalde de Valladolid para que recuperaran la estatua de Mercurio, Dios del Comercio, robada en el Pasaje Gutiérrez.  Pero se suceden y entrecruzan una serie de hechos en el entorno de la ciudad que hacen que no sea este el único delito que les ocupe.

El relato de la historia vital de todo hombre pasó de estar en manos divinas, dioses caprichosos jugadores con el devenir de una criatura inferior, débil, y sobre todo, mortal, a la fuerza de una razón y voluntad que cada individuo utiliza como propia brújula en el curso de su vida, en el legado de su existencia, siendo él mismo su responsable, su único deudor en la apariencia de su confianza.

El año 1955, en la ciudad de Tokushima se produce un envenenamiento masivo por arsénico en lactantes alimentados con leche en polvo de la fábrica Morinaga.

La historia de un reguero de secuestros y asesinatos programados de adolescentes, a cuyo agresor nadie ha sido capaz de acercarse.

Protagonizada por la inspectora Cecilia Fresnedo, es un alegato contra la violencia de género y una reflexión crítica sobre el embelesamiento que producen las apariencias.