Lisboa es el recuerdo de la Revolución de los Claveles y de la canción Grândola, Vila Morena o de los fados de Amalia Rodrigues; es la ciudad antigua, como rescatada del pasado, sus calles empedradas, o el Tajo. Pero Lisboa es ante todo una ciudad literaria, el recuerdo del café A Brasileira al que iba Pessoa, las calles por las que anduvieron Eça de Queiroz, Saramago o Castelo Branco.

Reratos negros desde Valladolid. Allí encontramos gente a la que no quisiéramos ver nunca y actos execrables: un italiano Camisa negra en los años de la dictadura; un envenenamiento en la ciudad a mediados del S.XVI; inspectores de actualidad,  crímenes salidos de los periódicos de hoy mismo; muertes de militares y santos padres de la Iglesia; extraños personajes populares en la ciudad...

Valle-Inclán aglutina una serie de críticas que focaliza en las caducas calles de ese Madrid absurdo, brillante y hambriento, utilizando un amplio abanico de personajes que representan a las distintas clases sociales desde la burguesía con su Ministro de la Gobernación, a los trabajadores de la clase media, a los periodistas, a los escritores modernistas o los presos políticos, llegando hasta los estratos más bajos, con sus tabernas y prostitutas.

HISTORIA. Corre el año 1974. Lisboa vive bajo la dictadura del Estado Novo. Pero dentro de la ciudad gris late nueva vida, diferente y luminosa, habitada por héroes inesperados, que descubriremos a través de la mirada de una niña. MÁS...