Don Mendo, marqués de Cabra, es sorprendido en las habitaciones de su amada Magdalena por el futuro esposo de ella. Caballero al fin, finge ser un ladrón para no comprometerla. Es detenido y encarcelado. Magdalena, que prefiere ver muerto a su amante antes que perder un beneficioso matrimonio, manda matar a Don Mendo que, fiel a su palabra, no revela su relación. Pero Don Mendo consigue escapar de la prisión y finge su propia muerte. Magdalena, ya casada con el Duque de Toro, es reincidente y mantiene relaciones ilícitas con el rey. Don Mendo, bajo la apariencia de un juglar, enamora a Magdalena sin que ésta le reconozca y creyéndole muerto, lo cual dará pie al final dramático. Estamos ante uno de los textos más divertidos del teatro español de todos los tiempos. Esta obra en cuatro jornadas, escrita en verso, con algún que otro ripio, como el autor advierte, se estrenó en 1918 en el teatro de la Comedia de Madrid con gran éxito de público. Como afirma en el prólogo Enrique Gallud Jardiel: “La buena prensa de esta pieza no decae y se continúa considerando vigente porque encierra un mensaje vivo que siguen apreciando las generaciones actuales. Se tiene por la obra maestra del género parodístico, indiscutiblemente la mejor de su autor y hasta como un manual de poética, donde se describe su concepción dramática, basada en el disparate y el absurdo. (…) Andrés Amorós nos recuerda que, como en el caso del Don Juan Tenorio, muchos españoles se saben de memoria algunos de sus versos. Parece, pues, una comedia destinada a perdurar”. Muñoz Seca se burla en la obra de conceptos como el honor, la pureza, la nobleza, el amor y la fidelidad. Como afirma Gallud Jardiel, “es un drama de honor protagonizado por gentes que no lo tienen”.
Fernando Fernán Gómez llevó esta obra al cine en 1961 en una versión delirante y tan divertida como el original.
PEDRO MUÑOZ SECA (1879 -1936). Fue profesor de griego, latín y hebreo. Autor de teatro perteneciente a la generación del 14 o novecentismo. Destacado por Valle-Inclán, quién afirmó: «Quítenle al teatro de Muñoz Seca el humor; desnúdenle de caricatura, arrebátenle su ingenio satírico y facilidad para la parodia, y seguirán ante un monumental autor de teatro». Para Sainz de Robles fue el «fénix de los ingenios del siglo XX». Si bien su obra más popular es La venganza de Don Mendo, es autor de otras obras de éxito, como Los extremeños se tocan, La Oca, Anacleto se divorcia, La voz de su amo, Don Pedro el cruel, y El gran ciudadano. Junto a sus obras en solitario, escribió un centenar de obras en colaboración con otros autores. Fue fusilado el 28 de noviembre de 1936 en Paracuellos de Jarama.
Sus últimas palabras, dirigidas al pelotón de fusilamiento, fueron:
«Podéis quitarme mi hacienda, mi patria, mi fortuna e incluso —como estáis al hacer— mi vida. Pero hay una cosa que no podéis quitarme: ¡el miedo que tengo!»
Editado por Ediciones Irreverentes.
Colección de Teatro, nº 115
178 páginas.
I.S.B.N. 978-84-17481-36-0